Hacer presente a Cristo y a la Iglesia en el mundo de la prisión.
Ese es el objetivo principal de la Pastoral Penitenciaria: Hacer presente a Cristo y a la Iglesia en el mundo de la prisión, anunciar la Buena Noticia de Jesús y ayudarles a vivenciar su Evangelio.
La Pastoral Penitenciaria pretende humanizar el mundo de la prisión, desarrollando los aspectos propios del ser humano, atendiendo a las necesidades básicas y profundas del interno.
El logro de estos objetivos los se plantea a través del desarrollo de las siguientes tareas fundamentales:
- Ser testigos de los problemas del mundo de la prisión y de las dificultades propias de las familias de los presos ante la sociedad.
- Hacer llegar la tarea de la Pastoral Penitenciaria a las distintas comunidades parroquiales de la Diócesis.
- Seguir promoviendo los recursos para reclusos y reclusas en la diócesis, capacitándoles de los medios necesarios para una mejor atención a los permisos penitenciarios y a las libertades condicionales.
- Ir consiguiendo representación de la Pastoral Penitenciaria en los consejos parroquiales.
- Así como la parroquia es una casa abierta a los pobres que pertenecen a ella. Vehicular desde las Cáritas parroquiales la atención a las familias de los presos.
- Acciones principales de servicio a la comunidad Diocesana
- Coordinación con los distintos Secretariados Diocesanos que puedan tener incidencia, directa o indirectamente, en este campo pastoral (salud, educación, familiar, pastoral juvenil, misiones, gitanos.
- Despertar en la diócesis un sentimiento de Comunión Eclesial (internos con su parroquia).
- Coordinar todos los grupos y asociaciones de Iglesia que incidan en este campo penitenciario.
Para más información acerca de esta importante área de la Iglesia Católica, puedes visitar http://www.diocesisoa.org/ppenitenciaria.php